jueves, 10 de diciembre de 2009

Lectura interpretativa de Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson

Por Milka Mirella Medrano Panduro

La obra El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde fue escrita por Stevenson y publicada por primera vez en inglés el año 1886. Al inicio, el manuscrito fue al principio vendido como una edición en rústica por un chelín en el Reino Unido y un dólar en los Estados Unidos. Al principio las tiendas no hicieron provisión de la novela hasta que una crítica favorable apareció en The Times el 25 de enero de 1886, dentro de los siguientes seis meses fueron vendidas cerca de cuarenta mil copias. Hacia 1901 se estimó que se habían vendido más de 250.000 copias.

El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde es considerado como una obra clásica y trascendental, ya que es reconocida a nivel mundial, debido a que, a pesar de que ha sido publicada hace muchos años, su tema aún tiene relevancia y la obra es leída, hasta nuestros días, con mucho interés.

Esta novela abarca el tema del doble, del desdoblamiento de personalidad. El tema del doble ha sido tratado por otros autores que antecedieron a Stevenson, por ejemplo Hoffmann en Los elixires del Diablo, e incluso se han trabajado desde la mitología griega y romana.

Aunque el tema del doble no es nuevo cuando Stevenson lo trabaja, podemos decir que si es nuevo los elementos que utiliza para desarrollar el tema.
Stevenson incorpora un brebaje, el cual se relaciona con el elixir que Medardo bebe en Los elixires del Diablo. Este elemento y el doble son los acercamientos que este autor tiene a Hoffmann; sin embargo, la diferencia en el elixir y el brebaje es que el elixir vino del diablo, pero es brebajo lo hizo Jekyll, se puede notar el avance científico que hay. Además, Stevenson trabaja el doble de manera diferente, ya que ocurre una transformación física del propio sujeto, es decir, ya no es otro individuo, ni es sólo un problema interno.
En la obra, Jekyll dice que le ha dado fuerza motora a su maldad.

Jekyll y Hyde son dos personajes antagónicos, uno representa al bien y el otro al mal.
La diferencia entre ambos personajes se puede notar en sus aspectos físicos y en sus formas de actuar, sin embargo también lo notamos en los lugares en donde viven o donde permanecen.
En la obra se presenta la descripción física de ambos. Jekyll es “Un cincuentón alto, buen mozo, de rostro sereno, quizás con algo como una sombra de disimulo, pero con todos los rasgos de la inteligencia y la bondad, mostraba en la mirada un cordial y caluroso afecto”
Por otro lado, de Hyde, quien es descrito casi siempre del mismo modo por las diferentes personas que durante el relato se encuentran con él, se dice que “Hay un no se qué en su aspecto que no es normal; algo desagradable, francamente detestable. Jamás he visto a nadie que me inspirara tal repulsión y, sin embargo, apenas se por qué. Debe de tener alguna deformidad; da una impresión de cosa contrahecha aunque no puedo especificar en qué consiste. Es un hombre de aspecto extraordinario y, a pesar de eso no puedo decir que tenga nada que se salga de lo corriente”
Existe una clara diferencia entre ambos, uno es alto y buen mozo, al que la sociedad premia por su existencia; el otro, enano y aparenta una especie de deformidad, representa la parte más baja de una sociedad que lo condena, por esta razón se habla de una deformación.
La diferencia u oposición que hay entre ambos personajes, también se manifiesta en los barrios en donde viven o el lugar que ocupan en una casa.
Hyde vive en Soho, lugar más bajo y corrompido de Londres, zona en la que solían realizarse todos aquellos pecados que la sociedad de la época condenaba. Por otro lado, el barrio en el cual estaba la casa de Jekyll, estaba ubicado en el centro de Londres.
Las principales diferencias que pueden notarse entre los dos barrios son: la limpieza que se ve en cada uno de ellos, el de Hyde es sucio y se marca el echo de la existencia de fango en las calles. Soho es un barrio de clase baja habitado por vagabundos, niños harapientos y prostitutas. Además esta poblado de sucias tabernas y tiendas baratas. También se muestra que Soho es un barrio oscuro y envuelto en la niebla. Podemos decir que esto se debe a que todo lo que allí ocurre no está bien visto y por eso es mejor mantenerlo entre sombras.
Por otro lado también se pone al descubierto la cuestión de que uno es un barrio habitado por personas de clase alta y que a la vez existen comerciantes que se han esmerado por embellecer el lugar. Esto de debe a que todo lo que allí ocurre no está bien visto y por eso es mejor mantenerlo entre sombras. En contraposición el barrio de Londres es luminosos ya que su función era la mostrar lo importante de lo que el poseía.
Londres se caracterizaba por tener calles estrechas y limpias, los habitantes tenían muy buena posición, se destacaba el orden, la prolijidad y la limpieza, los habitantes eran muy detallistas.
También se puede hacer la diferencición en la misma casa de Jekyll.
El científico ocupaba la parte delantera la cual era la mas amplia, calida y vistosa en cambio a Hyde le fue reservada la zona del laboratorio, la cual se hallaba en la parte trasera de la casa, era opaca, sucia y no poseía ventanas. Esto muestra que dentro de una misma cosa a Hyde le correspondía ocupar el lugar más oculto y sombrío de todos.

Podemos asociar las dos personalidades con la casa de Jekyll,
La casa del Dr. Jekyll tiene dos puertas, una trasera que da a un callejón sombrío y luego a callejuelas que llevan al doctor, en la noche, hasta Soho; la otra, guardada por un honorable mayordomo, pertenece a la fachada, la más noble de una plaza antigua, y recorta la figura alta, distinguida y respetable del doctor, camino de sus reuniones de sociedad o de sus particulares quehaceres caritativos. Las dos puertas llevan cada uno a su ámbito: a la sociedad respetable y al placer nocturno. Jekyll se dirige al laboratorio, desde una de ellas, desdoblado en dos personas cada día y cada noche más difíciles de armonizar.
Hyde y Jekyel tuvieron cada uno su puerta, cada uno su vida, cada uno un yo, pero una sola memoria y compartiendo el mismo gabinete.

En esta novela podemos ver que hay un conflicto interno en Jekyll, conflicto entre el bien y el mal. Jekyll plantea que “Aunque tan profundamente dual, no era en absoluto hipócrita; ambos lados de mi eran perfectamente honestos; era yo mismo tanto cuando dejaba de lado cualquier restricción y me sumergía en la vergüenza como cuando trabajaba…” Finalmente, Stevenson propone que la naturaleza humana esta conformada por las dos fuerzas internas, pero él considera que más adelante se podría decir que “... el hombre será finalmente conocido como una mera conjunción de personalidades múltiples”
Coincido con Stevenson en que todas las personas están conformadas por el bien y por el mal; sin embargo debemos preguntarnos qué es el bien y qué es el mal. Debemos tener en cuenta que no podemos dar una definición exacta de lo que son estás fuerzas, debido a que lo que para algunos está bien, para otros no lo está. Las ideas de estas fuerzas varían por el punto de vista de las personas y la situación en la que se encuentren.

En esta novela, Stevenson representa la hipocresía a través de sus personajes Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
El doctor Jekyll es un hombre inteligente, conocido y estimado que debe guardar las apariencias ya que tiene una reputación que debe proteger, como él mismo lo dice: “… el peor de mis defectos era el temperamento un tanto alegre e impaciente, que ha hecho la felicidad de muchos, pero que he descubierto que resulta difícil de conciliar con mi imperioso deseo de ir siempre con la cabeza alta y presentar en público una apariencia seria.”
Mientras que Hyde es el que le permite a Jekyll ser él mismo y hacer lo que quiera sin preocuparse de lo que los demás puedan decir. Hyde es el disfraz del que se vale Jekyll para tener la libertad, de ser quien era, que la sociedad oprime.

Incluso antes de que se diera la transformación de Jekyll en Hyde, ya se puede notar que hay una duplicidad que está presente en el doctor Jekyll, una duplicidad que justamente radica en lo que él es para sí mismo, quiere ser y en lo que él es para los demás, lo que debe ser. Jekyll dice: “De ahí que ocultara mis placeres, y que cuando alcancé los años de la reflexión y empecé a mirar a mi alrededor y hacer balance de mis progresos y de mi posición en el mundo, estuviera ya sumido en una profunda duplicidad en mi vida.” De esta cita nos damos cuenta que la duplicidad surge sin que nos demos cuenta, es al final que notamos que ya no podemos salir de ese mundo de mentiras en el que muchas veces, ni siquiera nosotros notamos la división de lo que somos y lo que aparentamos.

Si bien es cierto, el tema que Stevenson trata en su obra, acerca de la hipocresía y doble moral, es un tema que ha tenido vigencia a lo largo de todo este tiempo, se debe considerar que en su época fue una crítica a la sociedad en la que vivía. Recordemos que él vivió en el periodo victoriano, donde se dieron grandes cambios científicos, industriales y se tenía una rigidez moral que fue decayendo al pasar de los años, y la obra ha sido considerada como "una de las mejores descripciones del período victoriano por su perforante descripción de la dicotomía fundamental del siglo XIX: Respetabilidad externa y lujuria interna."

En la obra, encontramos que Jekyll menciona lo siguiente: “Los placeres que me apresuré a buscar, como ya he dicho, debajo de mi disfraz, eran indignos; difícilmente podría utilizar un término más duro.” Sin embargo, R. L. Stevenson nunca llega a mencionar cuáles eran esos placeres indignos a los que Jekyll, en la figura de Hyde, se entregaba o buscaba en sus incursiones.
Podemos decir, por el contexto ya mencionado de la obra, que entre los placeres a los que Hyde se refiere se encuentran el alcoholismo, homosexualidad, adulterio y otros que tenían lugar en el periodo victoriano.
Además, debemos tener en cuenta que el propio Stevenson fue un gran bebedor desde muy joven, lo cual, como ya sabemos, no era bien visto o aprobado por la sociedad en donde vivía, e incluso falleció queriendo abrir una botella de licor.

Es importante que tengamos en cuenta que no siempre existió un Mr. Hyde en Jekyll, el mismo Jekyll escribió en la carta a Utterson que “Si hubiera abordado mi descubrimiento con un espíritu más noble, di me hubiera arriesgado al experimento mientras me hallaba bajo el dominio de aspiraciones más generosas o piadosas, todo hubiera sido de otro modo, lejos de aquellas agonías de muerte y nacimiento. Me hubiera convertido en un ángel en vez de un demonio. La droga no poseía acción discriminadora; no era ni diabólica ni divina; simplemente derribaba las puertas de la cárcel de mi constitución; y, como los cautivos de Filipos, salió lo que había dentro. Por aquel entonces mi virtud estaba dormida; mi maldad, mantenida despierta por la ambición, estaba alerta y rápida a hacerse con la ocasión; y lo que salió proyectado fue Edward Hyde.”
Lo que Stevenson nos trata de decir con el anterior párrafo es que el lado malvado, representado por Hyde, que está lleno de vicios y placeres indignos surge como producto de los vicios de la sociedad, es decir, que es la misma sociedad en la que vive la que ha corrompido a una persona con aspiraciones generosas o piadosas. Al pasar de los años, la ingenuidad de las personas se va perdiendo, es justamente la misma sociedad que “rechaza” los malos hábitos, actos prohibidos para ellos, la que lo convierte en la persona desagradable en la que se ha convertido.

Esta novela es altamente simbólica.
Podríamos citar como ejemplo el propio título de la obra.
Hyde tiene la misma pronunciación que “hide”, palabra en inglés que significa ocultarse, esconderse. Justamente esta es una de las características que se le puede atribuir a Edward Hyde en la obra, porque a él muy pocas personas lo conocen ya que no habla con nadie y tiene un aspecto desagradable para todos los que lo veían, además este individuo, después del crimen que cometió, debió esconderse.
Por otro lado, Jekyll tiene la misma pronunciación que la palabra “ye kill” que significa “matáis” o vosotros matáis”, donde se relaciona con su propia muerte.

Considero importante resaltar que en esta obra no ha habido ninguna participación importante de la mujer. Todos los protagonistas han sido varones, a excepciones de algunos personajes incidentales como la ama de llaves de Hyde u algunas mujeres que son mencionadas en general para avisar de su presencia.

No hay comentarios: